domingo, 18 de mayo de 2014

500 Días Juntos

Lo que es para mí esta obra, esta historia, esta película. En sonidos. En menos de 3 minutos.


¿Cuerda? No! Que las cuerdas atan

No soporto a la gente templada. A mi me han enseñado a arder, arder, arder. Ser ardiente si algo me apasiona, a no tener miedo de demostrarlo. La gente tiene tanto miedo a demostrar interés, a demostrar pasión. ¿Qué hay de malo en ello? Por qué reprimirnos, por qué quedarnos a medias. Si algo no te interesa sé frío. Pero no soporto a la gente templada. 

The only people for me are the mad ones, the ones who are mad to live, mad to talk, mad to be saved, desirous of everything at the same time, the ones who never yawn or say a commonplace thing, but burn, burn, burn like fabulous yellow roman candles exploding like spiders across the stars.” - Jack Kerouac



Fairytale

Nos han contado demasiados cuentos, hemos visto demasiadas películas y hemos soñado demasiadas veces. Por eso, cuando algo lo más mínimamente emocionante pasa en nuestras vidas lo exageramos, lo convertimos en lo más intenso que podamos y nos aferramos a ello como si fuese lo único que tenemos. Pero ¿y quién soporta vivir en una monotonía asfixiante esperando algo que nunca va a llegar, que es irreal? Todo el mundo quiere su propio cuento de hadas, o aunque sea vivir una vida cargada emociones fuertes. Porque al fin y al cabo, son las que llenan, aunque sean oscuras, como el odio o la envidia. Nadie soporta vivir una vida sin ellas, nos sentimos vacíos y sentimos la necesidad de buscar esas emociones. Y tal vez de eso se trata, de buscar lo que nos hace sentir que estamos vivos.

Quizás por eso nos peleamos, para recordar que sangramos. 

Un infierno sostenido

"Cansada de buscar entre la multitud telepatía y esperanza" - Sarah Kane.

Conectar. Lo que me interesa es conectar. Hacer conexiones de verdad. Dejar de lado las charlas triviales. Tu mundo interior. ¿Qué hay ahí? Que te mueve, que te apasiona, que te aterra. Cuales son tus fantasmas. ¿Por qué tienes miedo a contarlo? Sí todo pudiese ser así. Trascendental. Merecería más la pena. Todas nuestras vidas serían diferentes. 


La melancolía en Las Horas

La melancolía según Freud se caracteriza psíquicamente por un estado de ánimo profundamente doloroso, en el que cede el interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de amar, la inhibición de todas las funciones y la disminución de amor propio.
El melancólico muestra una extraordinaria disminución de su amor propio, es decir un empobrecimiento de su yo. El enfermo de melancolía describe su yo como indigno de toda estimación; se reprocha ser así, se insulta a sí mismo, se humilla ante los demás y compadece a los suyos por tener que estar con él. Otros síntomas de la enfermedad son el insomnio y el rechazo a alimentarse.
De nada sirve que las personas que lo quieren se empeñen en llevarle la contraria al enfermo intentando levantar su autoestima. La autocrítica de éste hacia sí mismo y el descontento que muestra con su persona es exagerado y no se corresponde en absoluto con la realidad. Hay un total empobrecimiento del yo.
El melancólico se hace sufrir a sí mismo de una forma sádica y en su autocastigo atormenta a los que ama. Este sadismo desemboca en muchas ocasiones en la tendencia al suicidio lo que hace muy peligrosa a la enfermedad de la melancolía.
Estas características las encontramos en los personajes de la película Las Horas analizados anteriormente.
Dos de las tres protagonistas –Virginia Woolf y Laura Brown- muestran un estado de ánimo muy empobrecido y doloroso. La primera a consecuencia de la enfermedad que padece y la segunda debido a la crisis existencial que padece. Se consideran a sí mismas indignas de vivir y consideran que su sufrimiento y el de los demás terminaría si acabaran con su vida (suicidio). Virginia Woolf se suicidará después de haberlo intentado dos veces y Laura Brown romperá con su pasado huyendo eligiendo “la vida sobre la muerte”.
También se manifiestan signos de depresión en el personaje de Richard, el escritor, provocada también por la enfermedad y por sus problemas afectivos arrastrados desde la infancia, lo que le conducirá también a suicidarse.
Y finalmente, en Clarissa no se dan en principio las características propias de la melancolía pero su estado es tan frágil que sin darse cuenta puede llegar a traspasar la línea que separa el estado patológico melancólico del estado mental normal. Aunque al final logra superar esta tristeza, y se encamina en una vida feliz.
Por tanto, después de ver la película llegamos a la conclusión final de preguntarnos:
Al aguantar una vida que no elegimos, que no queremos y que no estamos dispuestos a soportar ¿no es peor que morir?

Las horas nos ofrece la oportunidad de seguir encontrando y explorando la profundidad de la naturaleza del ser humano.  Además, la música de Philip Glass es un hilo conector de los tres distintos tiempos (épocas) y enfatiza las emociones de cada personaje. La fotografía de Seamus McGarvey se enmarca en escenarios de sobria elegancia y falsa realidad. Y la cámara, con Stephen Daldry al mando, en estado de gracia consigue pasearlos y pasearnos (reparto y audiencia) por sus pesadillas y angustias, como si fueran/fuéramos marionetas de la vida.

¡Y aquí nadie quiere ver!

Cuando la gente oye hablar de un asesino psicópata les puede llevar a preguntarse por la naturaleza del mal, lo que lleva a pensamientos sobre lo correcto y lo incorrecto, o lo bueno y lo malo. Tanto pensar en eso se puede volver muy feo. Sí, no queremos considerar esas mierdas, simplemente queremos seguir viviendo nuestras vidas. La humanidad ha progresado a un punto en el que la vida ha sido drenada de todo su encanto.

Están lloviendo realidades, de ti depende quedarte en casa o salir a la calle a empaparte.

Let me be your star

Simplemente había algo en ella. Lo mucho que quería amar y ser amada. Irradiaba con ello. Me recordaba a un ángel.